El 23 de julio vota y vota bien.
Tras el fracaso de las elecciones municipales y autonómicas del pasado mayo, Pedro Sánchez nos ha impuesto elecciones generales al congreso y senado español, en pleno verano cuando millones de electores se encuentran de vacaciones dificultando el derecho al voto. Estas elecciones seguramente poco cambiarán lo que conocemos; consagrarán el bipartidismo y el modelo neoliberal que favorece a las élites económicas y políticas. Pero hay cuestiones que nos pueden hacer más o menos llevadera nuestra vida.
No hace mucho tiempo un dirigente de la clase empresarial decía que “la historia reciente está llena de reformas de todo tipo llevadas por partidos de izquierdas que, en ocasiones, han respondido a los deseos e intereses de los empresarios”. Por desgracia no le falta razón. La carrera de renuncias y reformas antisociales del partido que lidera Pedro Sánchez no es precisamente corta, de ahí que, incluso ante la posible conformación de un gobierno de coalición con un partido situado a la izquierda del PSOE, la patronal ni siquiera se inquiete. No es buena señal, desde luego.
A pesar de ello, y mientras nuestra aspiración de ser un país soberano e independiente sea una aspiración, dependemos de la política que se ejerce en el estado español y viendo el auge de las posiciones de la derecha cerril y de la ultraderecha en el estado español, consideramos como pensionistas y como abertzales, que es muy importante ir a votar y votar opciones de izquierda, de izquierda de verdad.
Que preserven el mantenimiento y la mejora del sistema público de pensiones, frente a propuestas de privatización o recorte que plantean las opciones de derecha.
Que apuesten por políticas sociales que favorezcan a las personas mayores como la dependencia o la sanidad.
Que defiendan a las personas desfavorecidas.
Que luchen por la plena soberanía de nuestro país.
Es cierto que gracias a las medidas del actual gobierno los pensionistas hemos tenido un incremento que en nada se parece al famoso 0,25% del gobierno del P.P. liderado por Rajoy. Pero seguramente esto no se habría dado de no necesitar los apoyos de otras fuerzas políticas soberanistas y de izquierdas.
La irrelevancia, incluso la desaparición de proyectos de izquierda en Europa (mientras crecen los partidos de ultraderecha) es una lección que convendría no olvidar. La izquierda tiene que buscar el antagonismo, ser fácilmente identificable como alternativa, disputar el poder.
Debemos votar a quien tenga un discurso radical, pragmático y cercano a los problemas de la gente, referencias políticas que hablen de sus problemas en una sociedad cada vez más desigual.
Necesitamos izquierda política, izquierda abertzale, izquierda que ejerza. Contar siempre la verdad, por difícil que esta sea y sobre todo, no confundir a la gente, porque no todo debe parecer lo mismo.
No lo olvides, hoy nuestra pensión, en gran parte nuestro modo de vida, depende de las decisiones que tome el gobierno español. Así pues vota y vota bien.
Alejandro (Miembro de Sasoia)